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8/20/2006 9:43:00 AM
Celia Hart
Rebelión
Parecería que las pesadillas de este verano no quisieran terminar para
el pueblo de Cuba. Como diría Silvio en su canción Va a hacer falta
un buen otoño para un verano tan largo.
El fallo del Tribunal del Onceno Circuito de Apelaciones de Atlanta
reunido en pleno, revocando la sanción del panel de los tres jueces de
esa propia instancia, es ahora el autor de nuestro dolor. Hace un año
atrás ese panel resolvió que el juicio celebrado en Miami contra los
cinco revolucionarios cubanos era improcedente. Ahora con la votación
de 10 a 2 y un sucio documento, se sancionan como positivo ese
desquiciante y vejaminoso "juicio".
Esta decisión nos coloca nuevamente frente a la pregunta, sobre cuál
es a la justicia que apelamos; qué puede esperarse de ella; y sobre
todo... Cómo enfocaremos nuestras futuras batallas.
No por condenar el sistema de justicia imperialista estamos salvados de
pecado. Esa justicia está diseñada para defender los intereses de los
capitalistas.
Un sistema judicial que no condena a su ejecutivo asesino, que derrama
toneladas de bombas en el Medio Oriente, y es cómplice además de los
sionistas, con los que se burlan frente a nuestras estúpidas narices
del sistema de seguridad de la ONU nos es desechable y es a mi juicio,
una pérdida de tiempo apelar a él.
Me resulta ridículo que muchos amigos piensen que el Imperialismo
posee alternativa de invertir sus millonarias sumas de la carrera
armamentista en programas científicos, de salud o educación. Si eso
hiciere dejaría de ser un imperio capitalista que necesita como un
dragón todo el petróleo, toda el agua, y toda la expropiación humana
que hay en el planeta.
El imperialismo no tiene salvación ética
El poder judicial de Estados Unidos procura sostener su forma de
gobernar el mundo y los tres poderes de Montesquieu se soportan uno al
otro, como ramas del mismo árbol para asegurar ese propósito.
Entonces ¿de qué vamos a asombrarnos? Dije una vez que seguir tan
sólo los vericuetos de la ley norteamericana nos hará perder las
fuerzas para buscar soluciones emprendedoras y audaces en relación a
nuestros cinco compañeros encarcelados en Estados Unidos.
El magnífico equipo de la defensa está trabajando en condiciones
extremas. Una vez que fue condenado el juicio de Miami por el panel de
los tres Jueces, los Cinco deberían estar libres, pero continuaron
presos; no pueden ver fácilmente a sus abogados; se convierte en
tragedia cada vez que se solicita visa para que sus familiares los
visiten. Es realmente un suplicio que lleva 8 años. Están
encarcelados con odio y saña.
Somos nosotros los que deberemos sacar las conclusiones pertinentes y
gastar menos lengua y teclado en tratar de buscar consuelo del mismo
engendro.
Muchos le tenemos aun fe al sistema judicial norteamericano, y es
infantil esa confianza. Que hicieran justicia en estos momentos sería
equivalente a que mi mesa se levantara en virtud del movimiento
browniano y que las moléculas de aire la empujaran hacia arriba
venciendo la fuerza de gravedad. No es imposible, pero ese evento
ocurrirá cuando no esté vivo el sistema solar....si acaso.
Los Cinco son presos políticos. Como presos políticos los juzgaron y
condenaron. Es nuestra responsabilidad excarcelarlos... como presos
políticos.
Los Cinco no son espías porque ni un solo documento clasificado estuvo
sobre el tapete. Pero para el sistema de poder norteamericano son
peores que espías. Los espías se pueden trocar. El espía se
considera una profesión y ha habido incluso casos de intercambio en
antaño con los antiguos países socialistas:
No es el caso. Los Cinco tienen la única profesión que no tolerará
el sistema imperante: Son revolucionarios cubanos. Revolucionarios del
único país sobre la Tierra que mantiene incólume su carácter
socialista. Son revolucionarios del país de Fidel Castro. Para ese
delito no están contempladas las leyes norteamericanas y entonces le
harán pagar las más altas sanciones que puedan inventar, y si tienen
que transgredir sus sacrosanto sistema judicial, lo harán sin
vacilación. A los Cinco los está juzgando el mismo juez que apoyó a
Batista, a Pinochet o asesinó fríamente a John F Kennedy.
Los Cinco están pagando el precio de todo lo que han querido hacerle a
Fidel y no han podido.
Como la excrescencia de Miami no tiene la capacidad moral y el mínimo
de valor indispensable para venir a Cuba a desafiarnos, tal cual
hiciera Fidel en un barquito con 82 hombres hace 50 años atrás,
entonces se ensañan contra nuestros compañeros detrás de sus rejas.
Todo nuestro empeño redentor, los médicos por el mundo, la vida del
Comandante, nuestros discursos....están siendo "pagados" por
nuestros Cinco
¿Es el bloqueo legal desde algún punto de vista? ¿Y los destrozos a
nuestra economía? ¿Y el mugroso proyecto de transición para Cuba
Libre con todo y un capítulo oculto? No, compañeros. Con ese país
estamos en guerra desde hace medio siglo.
Entonces más nos vale darnos cuenta que estamos en la oposición del
mundo imperante, esperar que sus leyes nos rediman es un peligroso
optimismo.
¡Hay que luchar desde la oposición! Y asumirla sin miedo, ni
prejuicios.
Estos cinco compañeros son inocentes de las estúpidas acusaciones por
las que le condenan. Es una obviedad, ¡pero los presos en Guantánamo
y Abruh Garib son en su mayoría inocentes también! ¿Cuál es la
diferencia?
La diferencia es que los cubanos estaban de manera coherente y
organizada luchando por la revolución cubana. Ellos están presos tal
cual estuvo Fidel en el Moncada. Por los mismos motivos exactamente,
con la agravante de que no es la dictadura de Batista, sino una
dictadura mundial disfrazada con los retoques de la Ilustración.
Fidel no cumplió condena total. Se benefició de la amnistía por la
presión de las masas populares de nuestro pueblo. Muy bien: pues nos
toca hacer lo mismo. Con la sutil diferencia que esta vez deberemos
movilizar al mundo. Deberemos movilizar antes que a nadie a sus fuerzas
revolucionarias.
No sólo porque los Cinco están pagando allá nuestro derecho a ser
libres, sino porque ellos están defendiendo el derecho que tiene la
humanidad a la revolución socialista. Tenemos cinco prisioneros de la
lucha de clases. El imperialismo nos amenaza porque defendemos el
Socialismo, sólo por eso.
Por otro lado no es un acto de mera justicia. Es un acto de necesidad
urgente; tenemos a cinco camaradas útiles para la lucha, fuertes y
experimentados en cárcel enemiga. Debemos hacerlos volver al frente de
combate.
Ni un segundo más a la justicia norteamericana, la que no está
diseñada para los revolucionarios, ni un segundo más de
lamentaciones.
Y como ellos están siendo encarcelados por labores revolucionarias,
los revolucionarios de todo el mundo somos los primeros implicados en
su liberación.
Hago un llamado a todas las fuerzas de la izquierda organizada, a todas
las organizaciones sociales, a todo ciudadano que asuma el socialismo
como la única alternativa a la barbarie. Y no por parafrasear a Rosa
Luxemburgo. La barbarie la tenemos delante de nuestros ojos en el
asesinato contra Palestina y el Líbano en busca de expansión
territorial, recursos naturales y hegemonía.
Todavía me hablan de socialismo del Siglo XXI y salidas keynesianas El
sistema capitalista está haciendo las Nuevas Cruzadas en nombre de
Dios. Ellos están volviendo a los principios del mundo y nosotros
queremos lanzarnos a un futuro ideológico con soluciones de principios
del siglo XX. Parecería que el destino del socialismo del siglo
XXI...son las reformas capitalistas de principio del XX ¡Por Dios!
La liberación de los cinco compañeros cubanos presos no deberá
recaer sólo en la revolución cubana. Es responsabilidad de la clase
trabajadora internacional.
Piensen no más: Fue allá en la decadente y oscura década de los
noventa, allá cuando el Partido Comunita de la URSS traicionó a los
trabajadores soviéticos y del mundo; allá cuando no veíamos el
camino, y las palabras se nos perdían para defender este proyecto
social; allá cuando tantos compatriotas abandonaron Cuba, so pena de
ser devorados por tiburones; allá cuando todos dudábamos del porvenir
del Socialismo ...fue cuando estos hombres se alzaron para defendernos
contra las agresiones al único estado obrero que de a veras quedaba en
pie. No les importó sus familias y no tuvieron nuestras dudas. Ellos
levantaran con sus vidas y sus condenas las banderas de la revolución
socialista y por supuesto ellos sabían que el socialismo no está
contemplado en las leyes imperialistas. De facto el socialismo que
niega el derecho a la propiedad privada es técnicamente ilegal en el
mundo..excepto en Cuba
En relación a la democracia lo expresó muy bien Atilio Borón en su
reciente artículo "La transición ya se hizo, ¡estúpido!", que
publicó el diario cubano Granma el 10 de agosto de este año.
Demostró fehacientemente que los conceptos de democracia que puso a la
orden del día la igualdad, la libertad y la fraternidad tienen un
elemento clave que actualmente la hace teóricamente inviable. Dijo
Borón en su artículo: Como teórico de la democracia, prefiero a
Jean-Jacques Rousseau antes que Bush y Rice, sobre todo cuando aquel la
definía como un régimen social donde no había nadie que fuera tan
pobre como para tener que venderse ni otro tan rico como para poder
comprarlo.
No sé si Rosseau pudo entender que el sistema político - social que
vendría después haría todo lo posible por lo contrario: Hubo siempre
pobres que no tenían otra opción que venderse y otros que tendrían
la forma de comprarlos. Es más es esa la esencia de ese nefasto
sistema socioeconómico.
Por fortuna apenas un siglo después de la muerte del brillante
Rosseau, un alemán descubrió los mecanismos oscuros de esa pérfida
compra-venta y trató de buscar los resortes de nuestra liberación.
Entonces...¿cuál es el sistema judicial donde pensamos se haga
justicia? Es irresponsable dejar la suerte de los cinco compañeros
detenidos injustamente tan sólo en la pericia de sus abogados y en los
tecnicismos que el propio sistema se encarga de violar.
¿Un juicio no politizado en Miami? ... ¡En Miami no se realiza
despolitizadamente ni un bautizo, ni un funeral! Todo está basado en
la más cruel compra.- venta de las personas, todo envuelto en el odio
hacia su país de origen.
No odian a Fidel porque conduzca a mi revolución durante tanto tiempo.
Lo que odian es nuestro sistema social; lo que odian es que el pueblo
sepa cuáles son sus derechos; lo que odian es que sus casas flamantes
y opulentas hayan sido convertidas en escuelas; lo que odian es que
nuestros médicos, los verdaderos y no los mercaderes de la salud,
regalen la vista a los hombres pobres. Para ellos, los pobres están
mejor sin vista, ni voz, ni esperanza.
Por los pobres del mundo están encarcelados nuestros cinco
compañeros.
Baste echar una ojeada al documento de sentencia, firmado de manera
significativa por el Juez Wilson, antiguo fiscal en Miami y nos daremos
cuenta del contenido político de las sanciones. Baste volver a releer
los alegatos de nuestros cinco hermanos para saber que a ellos le han
celebrado el juicio del Moncada... Allá cuando a un joven abogado se
le retiró todas las garantías procesales y tuvo que hacer su defensa
en una pequeña aula de enfermería de un hospital santiaguero. Aquel
abogado se convirtió poco después en el estadista más capaz y
comprometido con la cusa de los trabajadores en toda la historia
humana. Sobre todo porque le está dedicando mucho más que 50 años de
su vida. Este estadista es el que nos ha enseñado a gobernar desde la
oposición, aun con sus ochenta años de vida sigue siendo el
transgresor del Capital, incluso enfermo le hace perder el sueño a los
imperialistas y se somete a la clandestinidad que necesita la
oposición. No dejó nunca de ser un clandestino.
Aquellos lúcidos alegatos de hace ocho años de los Cinco son
herederos por línea directa de la Historia me Absolverá. Lo que
sucede es que esta revolución ya es internacional y en lugar de Isla
de Pinos o Boniato, nuestras cárceles están en la profundidad del
territorio enemigo.
Entonces la solución es el Rabo de Nube, propuesto el 10 de agosto por
el compañero Ricardo Alarcón: Un torbellino de solidaridad militante
y continua que envuelva al mundo, y logre derribar las rejas. Que
penetremos todos los nichos que nos deje el poder imperial.
Es pues menester que todo el que se considere revolucionario tenga la
liberación a los cinco presos políticos cubanos en su programa de
acción y que hagamos disminuir los "daños colaterales", a saber.
Que René pueda ver a su esposa y a la pequeña Ivette antes que esta
niña se convierta en adulta, que Adriana pueda ver s su esposo , que
las madres no se nos vayan a enfermar de la mente para los sinsabores
que les hacen sufrir cuando solicitan permiso a visitarles.
Y desde mi tintero reclamo a los compañeros de todas las tendencias
socialistas: marxistas, leninistas, libertarios... a mis camaradas
trotskistas, a todo aquel que considere el socialismo como la única
salida para el desastre del mundo; para todo aquel que luche contra la
barbarie ...que asuma la libertad de los Cinco como una prioridad de
combate.
No es casualidad...volviendo al inicio de estas letras, que este
agosto, cuando Fidel se nos enfermó y el verano se nos convirtió en
espanto, que unos días después de su Proclama al Pueblo, se nos
viniera encima la decisión brutal del Pleno de la Corte de Atlanta.
Estos dos eventos guardan cierta relación histórica.
Les digo más: Cuando me pregunten hoy quién vendrá después de
Fidel, la única respuesta revolucionaria, fidelista y sobre todo
comunista que se me ocurre; la única respuesta que logra llenar mis
pulmones de aire y mi corazón de sangre es que vendrán René, Ramón,
Fernando Gerardo y Antonio.